En un mundo digital, donde sentimos más el tacto del teclado que de la materia que pueden manipular nuestras manos, dejamos a un lado el impacto de los dedos sobre plástico preformado para volver a nuestros orígenes.
Nos vamos miles de años atrás, donde el Tigris y el Éufrates alimentaban las primeras civilizaciones de la humanidad, donde se dio el paso de prehistoria a historia por la aparición de los primeros testimonios escritos.
La reflexión que he propuesto en clase es que si alguien del año tres mil antes de Cristo, ha dejado algo escrito que ahora mismo podemos leer… ¿Qué dejará la civilización actual para el futuro?
El planteamiento de esta semana ha sido trasladarnos a la Antigua Mesopotamia y dejar nuestro mensaje en lenguaje cuneiforme.
Al tratarse de un lenguaje muy gráfico y dibujístico aunque esquemático, nos hace pensar en otras grafías orientales y me ha hecho disfrutar mucho personalmente de este trabajo. Los alumnos también han disfrutado mucho.
Isabel Briones (profesora de Arte).
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